martes, 9 de agosto de 2011

¡ Antes que sea demasiado tarde !

Hay periodos donde los padres quedan huérfanos de sus hijos…y es que los niños crecen independientemente de nosotros….Crecen sin pedir permiso, crecen con una estridencia alegre, pero no crecen todos los días, de igual manera crecen de repente. Un día lo ves y te dicen una frase con naturalidad y en ese preciso momento sientes que no puedes ponerles más pañales a esa “criatura”.

¿Dónde fue que anduvo creciendo aquella insignificancia que no persibistes? ¿Donde quedaron los paseos por el malecón, el jugar con arena en las playas de este Puerto, las fiestas de cumpleaños, los juguetes preferidos y todo el consentimiento que le dimos?...El niño crece en un ritual de obediencia orgánica y desobediencia civil.

Allí están muchos padres al volante, esperando a que salgan zumbando sobre patines en línea…allí están nuestros hijos entre hamburguesas y gaseosas….eso son  los hijos que conseguimos generar y amar a pesar de los golpes de los vientos, de las cosechas de las noches y la dictadura de las horas. Ellos crecieron medio amaestrado, observando y aprendiendo con nuestros aciertos y errores…principalmente con los errores que esperamos que no repitan.
Hay periodos donde los padres quedan un poco huérfano de sus hijos, ya no los buscaremos mas en las puertas de las escuelas o en las fiestas infantiles…porque ya salieron del puesto de atrás y pasaron a tomar el volante de sus propias vidas.

Deberíamos haber ido mas junto a su cama al anochecer para oír sus almas respirando conversaciones y confidencias entre las sabanas de la infancia…contándole un cuento para que se quede dormido para arroparlos y darle la bendición. No lo llevamos suficientemente al cine o al parque, a los juegos, no le dimos suficiente juguetes y todos los helados y ropas que nos hubiera gustado comprarle. Ellos crecieron sin que agotásemos con ellos todo nuestro afecto.

Al principio fueron a la playa entre discusiones de los padres por dejarlos ir…después llegó el tiempo de viajar con los padres, comenzando a ser un esfuerzo, un sufrimiento pues era imposible dejar el grupo de amigos…los padres quedaban exiliados. Tenían la soledad que siempre deseaban, pero de repente, morían de nostalgia por ellos..de quererlos ver y tenerlos a su lado. Llegó el momento en que solo nos resta quedar  mirando lejos, torciendo y rezando mucho para que escojan bien la felicidad y que la conquisten del modo mas completo posible..el secreto, es esperar.

En cualquier momento nos pueden dar nietos. El nieto es la hora del cariño ocioso y picardía no ejercida en los propios hijos y que no puede morir con nosotros….por eso los abuelos son tan desmesurados y distribuyen tan incontrolable cariño…. los nietos son la ultima oportunidad de reeditar nuestro afecto, por eso es necesario hacer cosas adicionales antes de que crezcan.

Así es al vida…..Solo aprendemos a ser hijos después que somos padres, solo aprendemos a ser padres después que somos abuelos…por eso que aun estamos jóvenes tenemos que querer muchos a nuestros hijos, antes de que sea demasiado tarde…. En fin;
solo aprendemos a vivir, después que no tenemos mas vida….y como dice Oscar D’ León…..”Mis hijos queridos, que los bendiga Dios”…. Digo.-


(*) Licenciado en Comunicación Social
Mención Desarrollo Social
Director emisora Océano 91.1 fm

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