En una amena conversación entre compañeros de trabajo, alguien hacía un comentario, referente a un acontecimiento. “Tu puedes hacer mil cosas buenas y una mala y te ven es la mala…. nunca se recuerdan de las mil positivas que haces” indicó ese trabajador.
Una mala y mil buenas, siempre estará en el tapete como una de las más grandes injusticias de la humanidad. Hablemos en términos beisbolisticos, ya que tenemos casi cerca la nueva temporada de la pelota criolla. Cuando un jugador acostumbra a la fanaticada y a los dueños a tener una buena temporada, a dar largos batazos, grandes jugadas, a impulsar carreras, a montarse el equipo al hombro cuando nadie hace nada, ese jugador es querido en esa temporada como lo mejor. Al venir el nuevo campeonato “por cosas del destino, entra en un letargo ofensivo o slump”, rápidamente se olvidan de él y voltean la mirada hacia otro jugador que está en su momento. Ya se olvidaron de las grandes alegrías que hizo vibrar a todos, de esas las miles de jugadas buenas ya no se recuerdan. Ya no sirve.
Y eso pasa en todas partes del mundo. Podrás hacer miles de cosas buenas pero si fallas en una, es la que te ven y de allí la descontextualizan y la tergiversan. El buen manager puede llamar a ese buen jugador y preguntarle: ¿Qué te pasa?, ¿tienes alguna molestia? ¿Problemas personales? ¿Necesitas que te de un día libre? ¿En que te puedo ayudar? ¿Porque fallaste allí? ¿Te duele algo? ¡Cuéntame, para ayudarte! y le aseguro que ese voto de confianza con una palmada en el hombro y la confianza entre estratega y jugador rendirá sus frutos sin recriminarle esa mala racha cuando ha hecho tanto para el equipo que juega.
Una mala y mil buenas están en todo. Nadie es perfecto; usted no puede llevar una vida incólume y supercorrecta por ser imperfecto. Es cuestión de percepción y de cómo se vea el cristal. No quiero con esto decir que estoy avalando el error, no, de ninguna manera, es el darle confianza al desarrollo personal y no tomar esa falla para lapidarlo (a). Y una de las cosas graves es que consiguen personas que le hacen “el coro” buscando pescar en río revuelto y terminan “Satanizando” a esa persona. ¡Que bajeza!..
Mil buenas y una mala, salió de esa conversación entre esos trabajadores que reflexionaban con algunos ejemplos. Tampoco quiero decir que todos los managers son de esa clase. Desde hace mucho tiempo se ha escuchado esta frase juzgadora por parte de las personas que dirigen algo.
Cualquier gobierno en el planeta hace mil cosas buenas y falla en una sola, le sacan el jugo a esa mala y nunca resaltan las buenas. Un familiar comete una infracción y es golpeado con la lengua de los suyos. Un jugador “pifia” en una jugada y recibe chiflas de las tribunas. Un estudiante pasa siempre eximido y llegando saca baja nota es también recriminado. ¿Que debemos hacer? Tratar de ser justo y generar confianza.
Es mi punto de vista de lo que acontece en nuestro alrededor. Muchos quieren vivir de “glorias pasadas” y no quieren hacer nada, no señor. Las matemáticas no fallan mil puntos valen mas que uno y no es posible que al uno le den mas importancia. Voy a tomar una frase que leí de Juan Vené:” Les quedó el cerebro hirviendo de tanta ignorancia” a estos señores que valoran lo negativo y odian lo positivo. Maradona pasó de ser un héroe a ser un villano por poner un ejemplo……….. Date pues…… ¡por ahí nos vemos…!
(*) Licenciado en Comunicación Social
Mención Desarrollo Social
Director emisora Océano 91.1 fm
E-mail: marval_29@hotmail.com
Sinopsis: Publicado en al año 2011.Podrás hacer muchas buenas pero una mala eclipsa todo.
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