La semana pasada con todo eso que fue el Carnaval (por cierto nuestra emisora Océano 91.1 fm obtuvo el tercer lugar en las carrozas con Toy Story), olvidé sentarme a redactar. Ya son casi diez años casi ininterrumpidos escribiendo y también es bueno tomarse unas vacaciones por eso de refrescar.
Comenzamos: Desde que estábamos en la primaria los maestros nos decían la importancia de la flora y la fauna; el beneficio que nos daban los arboles para nuestra salud y todo lo que tenía que ver con la cadena alimenticia. Nos recalcaban que había que cuidar las aves y todos los animales (estudiábamos también los animales en extinción que por cierto están en todos los billetes de diferentes denominaciones) hacíamos composiciones y también tocábamos el tema de los ríos y mares. Pero eso quedó en el pasado.
La naturaleza está cobrando espacio. Los desastres naturales no son mera casualidad ni tampoco caprichos del Todopoderoso. Somos nosotros (entiéndase la mano del hombre a través del tiempo hasta la era tecnológica). Esto es algo que todos los sabemos y lo seguimos haciendo. Cuando la naturaleza viene a cobrar lo suyo, todos andan “chorriao’s” y cruzando los dedos a sabiendas que somos culpables de esto.
Ya las inundaciones, terremotos, deslaves, movimientos telúricos, tsunamis entre otros desastres están casi a diarios en los principales titulares periodísticos. Y lo más grave de todo esto es que todavía nosotros (me incluiré para no erigirme de juez) lo seguimos haciendo. Por “medalaganismo” (si haces algunos reclamos, como ciudadano, se escudan de cualquiera cosa como un sastre hacen el traje a su medida y te recuerdan hasta la viejita que no tiene nada que ver en el caso).
No es un secreto para nadie que muchas personas desean poseer una vivienda “digna” no un mamotreto en un cerro o en una zona peligrosa para que la vida de esa persona y de los suyos corran peligro (el rancho muchas veces está en la cabeza) al querer adquirir todo gratis y dañando el ecosistema que nos rodea con la quema y la tala indiscriminada. Sin querer defender a nadie porque no escribo política pero no todo tiene que estar en las espalda de un gobierno: “Es usted” por no tener un proyecto de vida. Debemos salir del tercermundismo y tenemos que empezar por cuidar la naturaleza. Nunca es tarde pero debemos cuidar lo que nos queda todavía.
Soy porteño y al pasar por algunos lugares observo cómo están dañando los pulmones naturales. Un ejemplo tácito que salta a la vista y con la mirada complaciente y de la vista gorda de Imparques y de un concejal que vive el San Esteban pueblo, están: “Deforestando, quemando, talando, banqueando la tierra, haciendo un ecocidio” en el cerro que lleva a ese populoso pueblo porteño y no hay autoridad que le ponga coto a esto. Amigo alcalde, haga su trote matutino por esa vía una mañana de estas y saque conclusiones.
Que quede claro, yo estoy de acuerdo que algún ser humano tenga un conuquito pero eso no le da licencia para hacer esta atrocidad. Recuerde que la naturaleza nos está cobrando y debemos preservar la vida de la familia. Así usted (es) se arreche la verdad está a la vista. En el papel de posesión del INTI no creo que diga en unos de sus artículos que se debe quemar, deforestar la vida de tantos arboles que han pasado años hasta siglos para estar frondosos y en una sola “pescoz’a” lo tumben. ¿Y nuestra protección para pulmones? ¿Quién filtra el anhidro carbónico? ¿Quién repone eso? ¿Pelar un cerro será una obsesión de cogerse algo que le pertenece al municipio y nadie dice nada?
Los Fun Race, fueron objetos de estudios y vieron que eran unos depredadores de la naturaleza y fue suspendido de por vida este “y que deporte”. Pero lo que es bueno para el pavo es bueno para la pava. Solo soy un porteño preocupado que tiene esta herramienta de redactar para un colectivo. Es un grito de auxilio de ese cerro que vio pasar muchas veces a caballo a ese gran prócer porteño como lo fue el General Salom. Un Puerto Cabello verde rodeado de arboles sería un paraíso.
Imagino que distintas partes del municipio, (como los asentamientos Israelíes en la frontera con Paquistán haciendo casas para expandir su geopolítica) están sucediendo uno de estos casos que tomé como ejemplo. Vemos como se están sembrando arboles en la entrada de la ciudad y jardines pero por otro lado manos inescrupulosas están acabando con la naturaleza.
Es un llamado de reflexión (sin el medalaganismo) es que entiendan que no es la mejor manera de hacer Patria. Ojalá la madre naturaleza no nos las cobre. Estuvimos en unas emergencia fluviales a finales del año pasado y allí todo eran rezos…..Date pues…… ¡por ahí nos vemos…!
(*) Licenciado en Comunicación Social
Mención Desarrollo Social
Director emisora Océano 91.1 fm
E-mail: marval_29@hotmail.com 
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