La semana pasada no pude publicar porque el cansancio me ganó. Muchas veces escribir y estar frente a un computador tiene sus desventajas (por lo visual). Eso fue “el le porque”.
Es cuestión de cultura la mayoría de las acciones del ser humano. No porque alguien realizó estudios superiores va a tener un elevado nivel de cultura u educación que otra persona que no tuvo la oportunidad de culminar sus estudios y viceversa. Eso sería un error gigantesco y garrafal. Es cuestión de cultura las constantes disputas estériles por la política. Es cuestión de cultura no respetarnos por tener posiciones de aceras diferentes. Es cuestión de cultura echarle la culpa a los demás de tus errores.
Es cuestión de cultura no comprendernos entre. Quise hacer un “remake” de un escrito que redacté hace más de cuatro años. Cuestión de cultura (¿o falta de cultura?) que un mortal no quiera echar para adelante y se llene de vicios.
Sería temerario decir que la delincuencia juvenil es o fue caldo de cultivo de alguna jovencita sin educación sexual donde la mala suerte (o la mala cabeza por pensar con otra cosa que no es la masa encefálica) procrea hijos de diferentes personajes en los barrios en cualquier ciudad de la geografía nacional. Eso es cuestión de cultura… de cultura sexual. Y si estoy diciendo algo fuera de contexto, me disculpan.
Es de entender que las necesidades tienen muchas caras y se reinventan, sufriendo mutaciones en cada caso. Todos hemos pasados necesidades (y todavía) pero hemos logrado superarlas. La cultura del facilismo - zánganismo es una de las más bajas que existen.
Es cuestión de cultura; el aprecio, va de la mano con el sentido de pertenecía. Apreciar algo material (sin aferrarse), apreciar lo humano y al ambiente está desapareciendo. La humildad también está desapareciendo como valor cultural. Hay el déspota que jode y se están multiplicando.
Mostrar lo mejor de cada uno de nosotros con energías positivas, esas que nuestros padres nos enseñaron, podemos pasarlos como una carrera de relevos a nuestros hijos, amigos, conocidos y no.
No ensuciar la ciudad, no botar agua y dejársela al vecino de al lado, bajarle volumen (mayormente los fines de semana) a tu equipo de sonido, dejar la altanería, respetar los semáforos (que es algo tan sencillo), engranarse como comunidad dejando de lado el individualismo rescataríamos poco a poco la cultura del porteño que se ha olvidado. No soy el primero que escribe esto ni he descubierto el agua tibia.
Como verá amigo lector no es nada del otro mundo rescatar la cultura, porque hasta dando los buenos días o una pequeña sonrisa, colaboramos con el renacimiento del valor o de la idiosincrasia de ser nativo de Puerto Cabello.
Cambiar la aptitud con nuestro medio social, sería perfecto; cambiarlo para bien. Así pues, la cultura debe ser rescatada, (pero la cultura personal) por cada uno de nosotros para que tengamos unas buenas bases. ……….. Y otra vez a refrescarme los ojos, por culpa de la luz del monitor……Date pues…… ¡por ahí nos vemos…!
(*) Licenciado en Comunicación Social
Mención Desarrollo Social
Director emisora Océano 91.1 fm
E-mail: marval_29@hotmail.com
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