Lo que aconteció la semana pasada en nuestro litoral, a mi entender fue una “Aberración”: (Del lat. cient. aberratio, -onis) (Según la Real Academia Española R.A.E) Acto o conducta depravados, perversos, que se apartan de lo aceptado como lícito o grave error del entendimiento. Sumado a un manejo de la “Alieneación”: (Del lat. alienatĭo, -ōnis) (Según R.A.E) Proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición y el trastorno intelectual, tanto temporal o accidental como permanente.
Mensajes iban y venían, llamadas con voces temblorosas, oraciones al todopoderoso, “bolas” de comentarios mal sanos, pre infartos y gente buscando la parte mas altas para escapar de un hipotético “Tsunami”.
En una emisora local, un ¿locutor? (de repente no ostenta un p.n.i, ni un titulo emanado de Conatel) Hizo tales aseveraciones con respecto a un fenómeno natural que ocurría en Puerto Cabello, donde decía que el mar se retiró quince metros, que un centro comercial fue desalojado, que hay que tener cuidado. Causando un pánico dentro de la colectividad, que ha estado muy pendiente con lo que pasa en otras latitudes. Llegue a escuchar el final y me abarrotaron de mensajes.
Imagino, que él, dirá que se la estaba comiendo o le fue otorgado el titulo emerito del laboratorio Cagigal en grado de pitoniso. Otras personas jugando con la buena fe del porteño, pusieron a rodar “la bola” cargado de tergiversiòn y descontextualización de algo que era mentira, solo un aparente mar de fondo.
¡Tamaño error!.... porque cuando en verdad sea cierto (ojala nunca pase) ya no van a creer que viene el lobo.
Esto me recordó a un libro que leí cuando era estudiante de bachillerato llamado: “La guerra de dos mundos” donde un locutor puso en vilo y en pánico a toda la gran manzana (léase New York) cuando narraba que seres alienígenas nos atacaban (faltó que dijesen eso aquí en Puerto Cabello)
Los hechos se relataron en forma de noticiario, narrando la caída de meteoritos que posteriormente corresponderían a los contenedores de naves marcianas que derrotarían a las fuerzas norteamericanas usando una especie de “rayo de calor” y gases venenosos.
La introducción del programa explicaba que se trataba de una dramatización de la obra de H. G. Wells; en el minuto 40.30 aproximadamente aparecía el segundo mensaje aclaratorio, seguido de la narración en tercera persona de Orson Welles, quince minutos después de la alarma general del país, que llegó a pensar que estaba siendo invadido.
Los oyentes que sintonizaron la emisión y no escucharon la introducción pensaron que se trataba de una emisión real de noticias, lo cual provocó el pánico en las calles de Nueva York y Nueva Jersey (donde supuestamente se habrían originado los informes).
La comisaría de policía y las redacciones de noticias estaban bloqueadas por las llamadas de oyentes aterrorizados y desesperados que intentaban protegerse de los ficticios ataques con gas de los marcianos.
La histeria colectiva demostró el poder de los medios de comunicación de masas, y este curioso engaño también catapultó a la cima la carrera de Welles.
El programa duró casi 59 minutos: los primeros cuarenta correspondieron al falso noticiario, que terminaba con el locutor en la azotea de la CBS falleciendo a causa de los gases y seguía con la narración en tercera persona del profesor Pearson (Orson Welles), que describía la muerte de los invasores.
Su versión radiofónica del original literario de H. G. Wells La guerra de los mundos (1938) fue hasta tal punto realista que sembró el pánico entre miles de oyentes, convencidos de que realmente se estaba produciendo una invasión de extraterrestres.
La Aberración de los “Rega bolas” y la Alineación que fue objeto muchas persona, colocó el suspenso a toda la colectividad….. ¡Bue!.... ojala que no se vuelva ocurrir este episodio….. sin mas……¡Date pues, por allí nos vemos!
(*) Licenciado en Comunicación Social
Mención Desarrollo Social
Director emisora Océano 91.1 fm
E-mail: marval_29@hotmail.com
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