Un rancho en la cabeza…!

¡Tienes un rancho en la cabeza o internamente en el cerebro!.... le decía una persona a otra, que le recriminaba el porque estaba lanzando basura hacia la calle por una de las ventanillas de su automóvil, yo venía detrás en mi carro y la respuesta del que lanzó la bolsa con olores nauseabundo fue: ¡porque me da la gana!.... en verdad, ese “ser” tiene un rancho en la cabeza.

Puerto Cabello o cualquier parte de Venezuela que viaje este articulo, deberíamos “restregárselo” en la cara a todas las personas que atrasen el mundo, gente gris que no quieren el progreso y le gustan vivir en la miseria interna de su propio cerebro…. Y los mas triste, quieren que las otras personas vivan y piensen como ellos.

Deberían de reeditar el manual de Carreño, manual en el cual  enseñaban las buenas costumbres, el buen comportamiento delante de sus iguales y hasta enseñaban como agarrar los utensilios de comer y caminar a principios del siglo XX; pero es que estamos en el XXI y todavía existen este tipo de personas, no sabemos si es por educación, desconocimiento o es por que no están bien de la torre de control.

A mi entender, que escribo estas líneas no es posible que aun existan personas “tercermundista” que arrojen basura a la calle, que vivan de un chisme “trancao” toda la vida, personas que no quieran arreglar un bien común en la comunidad y sabe que se le están deteriorando y le va a hacer daño, le pasen por un lado a cada rato esperando que el gobierno se lo reparen, cuando lo pueden reparar ellos, no es posible que coloquen “tarantantines” que dan mal aspecto en la entradas de la urbanizaciones para comercializar algo, no es posible que invadas para hacer un rancho infrahumano donde las calles de barro, el vallenato y los millares de cables en un solo poste sea caldo de cultivo para la crear un delincuente.

Y todavía falta en los interminables acciones que hacen estas personas: Una pared tapizada de anuncios publicitarios y de grafittis entupidos la cual visualmente enferma a la gente, las personas que se visten de blanco de pies a cabeza creen que van a ser santo y se van a ganar el cielo, las personas que lavan su carro y llenan la calle de agua hasta que se estanca, pero alguien le dice que por favor la saque y es capaz de ganarse la grosería mas grande del mundo….. La contaminación sonica es otro agravante de estos “señores”; si tienes un accionar de este tipo, mi pana usted tiene un rancho en la cabeza con dos cucarachitas jugando nintendo.

¿Alguna vez has llegado a tu casa y alguien estacionó su carro bloqueando tu entrada del garaje o tu puesto de estacionamiento? ¿Alguna vez cuando vas manejando, el semáforo te da luz verde pero de igual forma debes frenar porque hay alguien comiéndose la luz?
¿Alguna vez te han chocado, pero el otro conductor –que en este caso él sería el responsable del choque- soborna a los fiscales de tránsito para que cambien el informe?, ¿Alguna vez has hecho una cola de 3 horas en el banco y se acerca alguien y se colea más delante de donde estás tú?, ¿Has hecho algún tramite que generalmente se tarda meses, en tan solo días porqué tu comadre tiene un contacto?.

 Eso solo son algunos casos determinados, pero ¿acaso se sintieron identificados? Mentalidades como esas son las que nos tienen así.

Otra de las cosas que nos mantienen como un país tercermundista, es que no apreciamos lo nuestro. ¿Por qué la gente se muere por ver juegos del Real Madrid y el Barcelona, y no ve los juegos del Caracas F.C. y U.A. Maracaibo?, ¿Por qué se mueren por comprar un disco de música electrónica con dj “x”, antes de uno de Serenata Guayanesa por ejemplo?, ¿Por qué prefieren ver series norteamericanas antes de apoyar las pocas series televisivas que han salido en el país? Muchos dirán “ah, es que las otras son mucho mejor” pero, ¿qué las hace mejor?.

 El tercermundismo lo tenemos metido en la cabeza, y no nos lo vamos a sacar; el problema está en el hogar, en la crianza. “En Venezuela hay gente, no ciudadanos”. Vamos a tumbar ese rancho que tenemos en la cabeza, porque es eso lo que nos tiene así. Aprendamos a ser ciudadanos.

El rancho no están en los cerros, existen aquí mismo en la ciudad con personas como estas, que atrasan el mundo por su comportamiento y pensamientos arcaicos. Bueno, a veces no le podemos pedir a una mata de ponsigué que te de fresas.……….. Date pues……  ¡ por ahí nos vemos…!....Digo.-

            (*) Licenciado en Comunicación Social

Mención Desarrollo Social

Director emisora Océano 91.1 fm

E-mail: marval_29@hotmail.com