domingo, 14 de agosto de 2011

Sobreviviente’ 72


En días pasados tuve la oportunidad de asistir a un foro donde estaba dictando sus experiencia uno de los sobrevivientes de la tragedia de los Andes del año 1972. Su nombre: Ramón Sabella Barreiro.

El 13 de octubre de 1972 se estrelló en la cordillera de los Andes un avión Fairchild de la Fuerza Aérea Uruguaya que se dirigía a Santiago con 45 pasajeros, la mayoría estudiantes y jugadores de rugby que iban a disputar un partido. Doce murieron en el accidente, mientras el resto intentó resistir bajo terribles condiciones. Al décimo día se enteraron por una radio a transistor de que se había suspendido la búsqueda. Ante la falta de alimentos debieron comer a sus compañeros muertos (o como decía Sabella, teníamos que sustraerle sus proteínas). El 21 de diciembre, Roberto Canessa y Fernando Parrado, dos sobrevivientes que habían salido nueve días antes rumbo a Chile para buscar ayuda, se encontraron con un arriero, y el 22 y 23 fueron rescatados los otros catorce que quedaban en la montaña y que habían sobrevivido al frío, al hambre y a los aludes.

Sabella Barreiro es uno de los 16 sobrevivientes de una de las tragedias aéreas más impactantes de la historia: la caída de un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya sobre la cordillera de los Andes, en octubre de 1972. Iban allí los jugadores del "Old Christians", un equipo de rugby de un colegio de Montevideo a un partido en Santiago, Chile.

La historia relatada por Sabella en ese foro: "Yo tenía en aquél entonces 21 años. Fue un viernes 13 en horas de la tarde. Íbamos volando entre las nubes y por error del piloto, el avión chocó contra la cordillera de los Andes. Yo era uno de los invitados de los rugbistas", comentó Sabella, quien actualmente es industrial y reside en Montevideo, Uruguay.

Trataron de resistir con las escasas reservas de alimentos que poseían, esperando ser rescatados. Desesperados ante la ausencia de alimentos y agotada su resistencia física, se vieron obligados a alimentarse de sus compañeros muertos para poder seguir viviendo. 

“Teníamos un solo fin, una sola meta, que era sobrevivir y salir de ahí, y no había nada que esperar, porque no sabías si ibas a vivir una hora, un minuto, un día más...”. La voz en “off” es la de otro de los sobrevivientes, que desde un video cuenta cómo hicieron para lograr escapar de un destino que parecía ineludible. 

Las imágenes muestran los restos de lo que antes había sido un avión con jóvenes llenos de expectativas por la llegada a Chile. Y frente a la pantalla del auditorio, otros personas asistíamos absortos a una historia de la que nos íbamos haciendo parte, espejando con nuestro silencio el que existía en el escenario de la tragedia.

“Y yo me acuerdo de los heridos, y eran mucho más líderes que nosotros, —afirma Sabella— porque yo en el fondo era un privilegiado: yo tenía dos pies y dos manos... había otros que estaban con los pies lastimados... yo podía caminar, y podía autoabastecerme de agua; había gente que estaba tirada, sin poder moverse... y esos eran los líderes para nosotros, porque a pesar de estar hechos pelota nos daban un valor bárbaro a nosotros”.

Finalmente, hartos de las bajísimas temperaturas, la amenaza de aludes, y angustiados por la muerte de sus compañeros y la lenta espera del rescate, dos de los jugadores de rugby, decidieron salir a buscar ayuda. Así, el 22 de diciembre de 1972, luego de sobrevivir setenta días, fueron rescatados.

Sabella, exteriorizó detalladamente como sobrevivieron, y dijo que para calentarse las manos en tan bajas temperaturas orinaban en un pote y metían las manos para calentárselas, lentes de sol improvisados y mantas tejidos con cables del mismo avión……nunca perdió la cordura; la desesperación nunca lo invadió. 

Pero, él expuso algo que lo reiteró muchas veces: “Nosotros mismos creamos nuestras montañas y hasta la mas insignificante granos de arena es para nosotros la mas grande cordillera y nos damos por vencidos”. Ellos no se dieron por vencidos, lucharon contra la adversidad y sin el más mínimo camino de esperanza, nunca abandonaron sus ganas de vivir……. Impresionante sus relato, que hizo estallar de corazones palpitantes los aplausos sonoros en decibeles sorprendentes el auditorio.

No dejemos que esos minúsculos granos de arenas, sean para nosotros una cordillera, que con pasos agigantados los podemos superar. Si ellos sobrevivieron a todo esto…… ¿Por qué nosotros no?...……….. Date pues……      ¡ por ahí nos vemos…!

(*) Licenciado en Comunicación Social
Mención Desarrollo Social
Director emisora Océano 91.1 fm

1 comentario:

  1. Sinopsis: Publicado en el año 2008. Tuve la oportunidad de asistir a una conferencia con Ramòn Sabella. Fue impresionante su exposiciòn y de como sobrevivieron.-

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