jueves, 11 de agosto de 2011

Obsesiones compulsivas……!


Las obsesiones son un problema bastante común y cotidiano. Todo el mundo se ha sentido en alguna ocasión "atrapado" por algún pensamiento que le atormente, en ocasiones absurdamente y en otras de forma justificada. No obstante, para bastantes personas esos pensamientos tormentosos llegan a resultar verdaderamente un problema limitante, generador de mucha ansiedad e incluso el desencadenante de depresiones.

No son pocos quienes dudan sistemáticamente si han cerrado bien la puerta, desconectado el gas, apagado la luz... y vuelven una y otra vez a confirmar que, efectivamente, sí lo habían hecho. Otras personas ritualizan su vida cotidiana con manías como contar las baldosas de las cocinas o los peldaños de las escaleras, no pisar las rayas del suelo, retener las matrículas de los carros, ocupar siempre el mismo asiento en las reuniones o comidas, portar un objeto inútil en el bolsillo... Pero esto no son sino manifestaciones casi anecdóticas de unas costumbres que pueden convertirse en un verdadero problema psicológico. Todos tenemos hábitos que, a pesar de que merezcan el calificativo de manías, consideramos normales. 

Pero cuando estos pensamientos o manías hacen sufrir nos encontramos con los trastornos obsesivos compulsivos. Las obsesiones son pensamientos que se repiten de forma insistente a pesar de la voluntad del individuo, y que escapan a su control. 

Si los pensamientos obsesivos se convierten en gestos de conducta casi automática, devienen en compulsiones, acciones o manías que la persona se ve forzada a ejecutar para sentirse bien o, al menos, tranquila. Es consciente de lo absurdas e irracionales que son, pero se siente incapaz de eludirlas. Cuando las compulsiones se asocian entre sí, formando una cadena, se convierten en rituales patológicos. 

El pensamiento, en general, es un diálogo con nosotros mismos en el que terminamos haciendo afirmaciones sobre determinadas situaciones. 

Pueden ser positivos si nos hacen sentir bien y nos ayudan; o negativos, si nos originan emociones negativas o nos hacen sufrir. Serán racionales si se corresponden con lo que sucede objetivamente en la realidad, e irracionales si se alejan de lo que sucede. 

Seamos conscientes de la influencia que tienen sobre nuestra conducta y emociones. Los pensamientos son esos monólogos que mantenemos con nosotros mismos interpretando la realidad que nos rodea y a nosotros mismos. Pero son sólo hipótesis a demostrar. 

Identificar los pensamientos, determinar en qué medida son objetivas esas interpretaciones de la realidad, hasta qué punto son racionales. Y hasta qué punto son polizones que se han colado sin nuestro permiso y nos hacen sufrir sin razón. La alarma salta cuando nos producen emociones negativas como miedo, angustia o tristeza. Desenmascaremos entonces al polizón y examinémoslo sobre la racionalidad y la adecuación con la realidad. 

Todos tenemos manías, preocupaciones o pensamientos repetidos. Pero si la obsesión llega a dificultar o impedir las relaciones sociales, si la persona pierde libertad... nos hallamos ante un trastorno obsesivo compulsivo que puede requerir de la intervención de un especialista. Resultaría interminable enumerar las consecuencias que pueden acarrear los pensamientos irracionales en quienes los padecen y en quienes conviven con estas personas. 

El catálogo es muy amplio, desde los inconvenientes más triviales hasta los desenlaces más dramáticos. Y todo ello sólo por haber interpretado distorsionadamente la realidad. Ya en el siglo I, Epicteto, un filósofo, afirmaba que “los hombres no se perturban por causa de las cosas, sino por la interpretación que hacen de ellas”. En cualquier caso, lo interesante es saber cómo librarse de las obsesiones y hacer frente a estos pensamientos irracionales y distorsionados. Y, consecuentemente, cómo conseguir vencer a las conductas compulsivas. 

Todo empezó por manías hasta llegar a obsesiones compulsivas. Fue la fatalidad para Edwin Valero a hacer todo lo que ya cada uno de nosotros sabemos. A eso se le suma la ingesta de sustancias psicotrópicas, golpes y alcohol, haciendo una mezcla diabólica. Unos niños que quedaran signados por la tragedia de ver morir a sus padres de tal manera, por no haberse atacado ese problema de forma frontal…. Por una obsesion compulsiva. . ……….. Date pues…… ¡ por ahí nos vemos…!

(*) Licenciado en Comunicación Social
Mención Desarrollo Social
Director emisora Océano 91.1 fm


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