Como dice mi compadre: “Algunas veces hay que comer en restaurant”. Lo digo porque romperé la rutina de mis escritos que semanalmente redacto para ustedes, los cuales siempre tiene que ver con el comportamiento humano en la sociedad. Algo que vemos y vivimos a diario. Salir el estereotipo.
En estos tiempos cuando se vive el apogeo de los D’js que pinchan discos para estrictas minorías, es inevitable recordar a sus antecesores.
Algún tiempo atrás escribí sobre los años ochentas. Sobre esa “music, new way, el merengue clásico y la salsa mongua o romántica” que aun suena en las distintas radios, fiestas, i pod, compactos y mas. Cuando lo redacté (hace aproximadamente 5 años atrás) me dijeron que hiciera la segunda parte y esta es la oportunidad. Tranquilos, también hablaré de las fiestas del 2000 en adelante en otro escrito.
Las descomunales cornetas, encajadas en el mueble alfombrado con luces estroboscópicas y bolas giratorias de colores escupían los acordes y el comienzo de la rumba….La canción de “Walk like an egypcian” (camina como un egipcio) marcaba el inicio. Las parejas apenas se distinguían entre la capa de humo que arropaba la pista…El disc- jockey no levantaba la mirada de los platos MK-2.
Con la mano izquierda impidió el giro del disco de pasta, sobre el cual acababa de posar la aguja del plato, mientras daba tiempo a la pieza del long play de la derecha a que llegara al final…terminó de cubrirse las orejas con los audífonos…lentamente disminuyó el volumen y liberó la music” Life is Live “ del grupo Opus, con su jingle respectivo. Un coro de gritos….la corbata delgada del muchacho, ondeaba por toda la pista y la chica descalza con los tacones en las manos….El alma llanera avisaba el fin de las 6 horas continuas de música.
New York People, Betelgeuse, Tridimensiòn, Dislike, La Maquina, The Drop, Sandy Lane, Infierno (La triple triunfadora del Poliedro), Excalibur y muchas mas hicieron vibrar a Puerto Cabello con sus sonidos bestiales en los años 80’…brillaron con luz propia pero se desvanecieron con el decenio.
Aquí también estaban los panas de las rumbas con sonidos móviles : Humble Pie, Clash, Coconut, Cuchy Play, Fire Fox, Machine Fire, On Line, Cactus y muchos mas … me disculpan los que no recordé, pero saben que ellos eran parte de estas fiestas . Los garajes de las casas eran las conchas acústicas de estas rumbas donde las entradas no pasaban de 15 bolívares de los viejos….así como también el club “Zulia”, la casa “Falcón” y el balneario “Playa Blanca” que era el santuario de todas estas guerras de minitecas.
Nos visitaron a este pedacito de cielo, que es Puerto Cabello, en los 80’s: Las Chicas del Can, Wilfrido Vargas, Pentágono, Bonny Cepeda, Jerry Legrand, Yordano, Ilan, The New York Band y otros. Pues bien, los sitios que disfrutaban los porteños ochentenos era el Bowling de Rancho Grande, Discotecas: Aloha, El Faro, Galaxy, Campanero y El Búho. Además, el autocine de Quizandal, “El Rialto”, Guicamacuto y El Metropol, donde pasaron los estreno de Dirty Dancing, Terminador I y la vida de Ritchie Valen`s en “La Bamba “.
En Puerto Cabello; la cantante Karina con sus temas “Sálvame y se como duele “, Yordano con “Perla Negra “y Mellisa a dúo con Ricardo Cocchiante en “Cuestión de felling “ mantenían enamorado a los pavos…sonaron también Guillermo Dávila, Colina, Antonieta, Franco D’ Vita, Frank Quintero, Aditus, Guillermo Carrasco, Luz Marina, Elisa Rego que con su música eran fijas en la fiestas de producción nacional……….. Date pues…… ¡por ahí nos vemos…!
(*) Licenciado en Comunicación Social
Mención Desarrollo Social
Director emisora Océano 91.1 fm
E-mail: marval_29@hotmail.com
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