miércoles, 10 de agosto de 2011

La Venganza...!


“Mata el corazón y envenena al alma”, creo que alguna vez lo observé y escuché en uno de los sketch de la serie Mexicana de los años 70, El Chavo, donde hacía alusión a la Venganza y al odio.  Retumbaba una y otra vez en el subconsciente de sus personajes…” Mata al corazón y envenena al alma, mata al corazón y envenena al alma, mata al corazón y envenena al alma………”

            De la venganza se dice que es dulce, al tomarla o sé siente una sensación de cobro, pero…. ¿Tenemos derecho a hacerla?... veremos algunos casos:
Leemos que por una discusión, matan a una persona (Nadie, en absoluto, tiene derecho a quitarle la vida a otro) se crea una guerra entre bandas con saldos fatales.

Otra noticia reciente en el Estado Táchira, dice que la venganza es la hipótesis que más cobra fuerza en la masacre que se registró en horas de la noche en un salón de billares ubicado en el sector Campo C del municipio Independencia.

En rueda de prensa realizada, el jefe de región del Cicpc, comisario Daniel Hernández, explicó que la hipótesis de la venganza

            El pase de factura a llegado al grado enfermo mas alto, que es atentar contra lo mas preciado: la vida. Aproximadamente hace mas de 10 años era muy raro que sucedieran estas cosas y menos en un lugar tan pequeño como lo es Puerto Cabello

            La venganza no es un capricho, es una pasión que, como las demás pasiones, ayuda a vivir y a morir. Es un deber tribal cuya razón de ser es fomentar el respeto a la tribu, a la familia, a la nación... La venganza, no perdamos la perspectiva, es un deber de los deudos para con el ultrajado.

Siempre es un tercero el que tiene el deber de vengar. El problema siempre ha sido cómo detener el círculo vicioso de la venganza. Porque cierto es que ésta se instituyó para frenar y disuadir al agresor. Ahora bien, la venganza que lo único que consigue es estimularlo, acaba yendo contra su propio objetivo. Por eso la civilización ha ido poniendo freno a la venganza, hasta ponerla finalmente en manos de los jueces, que son los llamados a encontrar el punto de equilibrio entre la venganza disuasoria y la venganza provocadora.

 Se trata de apagar el fuego, no de avivarlo. Parece que eso es precisamente lo que pretendió la justicia desde que se inventó. Y apagar el fuego requiere por una parte disuadir a los pirómanos, y por otra no irritarlos. Para eso tiene una balanza la justicia: para sopesar cuánto ha de poner en el platillo de la venganza, y cuánto en el del perdón y el olvido.


La venganza consiste primordialmente en la reprimenda contra una persona o grupo en respuesta a una mala acción percibida. Aunque muchos aspectos de la venganza se asemejan al concepto de justicia, la venganza en general persigue un objetivo más injurioso que reparador. El deseo de venganza consiste en forzar a quien haya hecho algo malo en sufrir el mismo dolor que él infligió, o asegurarse de que esta persona o grupo no volverá a cometer dichos daños otra vez.


La venganza es un tema muy disputado en filosofía. Algunos sienten que al fin y al cabo, la amenaza de venganza es necesaria para mantener una sociedad justa. En algunas sociedades, se cree que la lesión inflingida en una venganza debe ser mayor a la lesión que la originó, como medida de castigo.

La filosofía del Viejo Testamento de "ojo por ojo" (Éxodo 21:24) trata de limitar el daño permitido, con el objetivo de evitar una vendetta o serie de actos violentos que puedan perderse de control (trataría de igualar el sufrimiento).

Los detractores argumentan que la venganza es un simple error lógico del mismo tipo que "dos malas hacen una buena". Algunos cristianos interpretan, que sólo Dios tiene el derecho moral de una venganza justa. De hecho, cada sistema religioso contiene algún método de mediación de disputas y para la limitación de venganza…… queda el libre albedrío, de pensar diferente…….. Date pues!......  ¡ Por ahí, nos vemos!.......


(*) Licenciado en Comunicación Social
Mención Desarrollo Social
Director emisora Océano 91.1 fm







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