miércoles, 10 de agosto de 2011

La Soberbia…!


Tenía rato por escribir este artículo. Soy fanático de la lectura diaria en la prensa matutina y de algunos libros. Así como yo, muchos. Leyendo, leyendo y sacando conclusiones de muchas noticias sumado a lo que ves en lo personal, en el día a día. Siempre busco analizar el comportamiento humano “desde mi punto de vista” en la sociedad. No soy psicólogo, ni mucho menos juez….solo soy un periodista, un mortal mas de eso de a pie, imperfecto y mecánico rotativo.

Alguna vez escribí en estas páginas “los siete pecados capitales” donde una de ella era “la soberbia”. Mi difunto padre solía decir: “No desbarate con los pies lo que hiciste con las manos”…. Yo añadiría:” No desbarate con la boca lo que haces con las manos”. Tenemos un “aparatico” llamado boca que gesticula para bien y para mal…. La mayoría de las veces para mal.

La soberbia es lo contario a la humildad (claro, algunas veces tenemos que mostrar los dientes para que no nos jodan). La soberbia es más intelectual y emerge en alguien que realmente tiene una cierta superioridad en algún plano de la vida. Se trata de un ser humano que ha destacado en alguna faceta y sobre una cierta base. La soberbia es el amor excesivo de sí mismo, que por presunción, vanidad y jactancia mueve al ser humano a idealizarse a sí mismo, como un ser superior a sus semejantes. Las gentes que se precien de virtuosos y talentosos, deben extirpar la soberbia de sí mismos.

La soberbia se opone a la modestia. Mientras la soberbia es la elación                   (engreimiento para ser mas didáctico) del ánimo que desordenamente apetece ser preferido por sobre sus congéneres; la modestia es la virtud que modera, templa y regla las acciones externas como las actitudes internas, conteniendo en los límites de la cordura, de la sensatez y la templanza, las expresiones y acciones del ser humano.

La palabra o la acción injuriosa, la exacerbación, la irritación, el enfado, el enojo y la cólera, expresada con ademanes y vileza de acciones, son las más vulgares, rastreras y deplorables manifestaciones de la malhadada soberbia.

La altivez, altanería, jactancia, arrogancia, presunción, fatuidad (orgulloso para ser mas didáctico), ufanía, pedantería, humos, descaro, endiosamiento, impertinencia, ínfulas, insolencia, empecinado, copetudo, fanfarrón son algunas de las infinitas máscaras que la soberbia utiliza para seducir y cautivar el alma de los perversos.

Ante la soberbia dejamos de ver nuestros propios defectos, quedando éstos diluidos en nuestra imagen de personas superiores que no son capaces de ver nada a su altura, todo les queda pequeño.

La palabra vanidad procede del latín vanitas,-tatis, que significa falto de sustancia, hueco, sin solidez. Se dice, también, de algunos frutos cuyo interior está vacío, en donde sólo hay apariencia. Mientras la soberbia es concéntrica, la vanidad es excéntrica. La primera tiene su centro de gravedad dentro, en los territorios más profundos de la arqueología íntima. La segunda es más periférica, se instala en los aledaños de la ciudadela exterior. La soberbia es subterránea. La vanidad está en la pleamar del comportamiento. En la soberbia uno tiene una enfermedad en el modo de estimarse uno a sí mismo, en una pasión que tiene sus raíces en los sótanos de la personalidad en donde brota el error por exceso de autonivel. En la vanidad la estimación exagerada procede de fuera y se acrecienta del elogio, la adulación, el halago, la coba más o menos afectada y obsequiosa que lleva a dilatar alguna faceta externa y que de verdad tiene un fondo falso, porque no contempla más que un segmento de la conducta.

En la soberbia se hospeda una obsesión exagerada por uno mismo, que ha ido conduciendo a una excesiva evaluación del propio mérito. Y afloran términos como alardear, jactarse, vanagloriarse. El autoanálisis y la rectificación son de humanos y de grandes.

Esto no va dirijido a nadie en absoluto, porque no es mi estilo (para los mas sesudos).Escribo para un colectivo que semana a semana están allí con sus periódicos en la mano. Ojalá pueda ayudar con mis escritos. Y antes que olvide:     “Todo moralista, aunque sea un vicio oculto tiene” . ……Date pues…… ¡por ahí nos vemos…!....

(*) Licenciado en Comunicación Social
Mención Desarrollo Social
Director emisora Océano 91.1 fm




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