jueves, 11 de agosto de 2011

Por una casa….!

Rubén Blades en una estrofa de sus canciones, dice: ”Que el amor de padre y madre no se cansa de entregar…. que deseamos para ustedes lo que nunca hemos tenido y a pesar de los problemas “familia es familia y cariño es cariño” (….) “por mas problema que hallan dentro e’ tu casa, por mas que creas que tu amor es causa perdida, ten la seguridad que ellos te quieren y que ese cariño dura toda la vida” (….) “cuanto control y cuanto amor tiene que haber “una casa”, mucho control y mucho amor para enfrentar a la desgracia”.

Tremendo tema, a mi entender el que tocó Blades. A pesar de las diferencias que tenemos con cualquier familiar, siempre seremos familia.

Es de suma tristeza cuando lo material reemplaza los nexos familiares, consanguíneos y sentimentales. Esa parte material es si se puede decir de “propiedad familiar” y de todos por igual.

Un hogar se hace de esos valores que empiezan cuando una pareja se unen para procrear hijos y que esa “propiedad material y familiar” como es una casa, se convierta en herencia para toda esa prole que engendraron, pasando de generación en generación.

Hasta allí, el cuento de hadas es de maravilla. ¿Pero cuantas familias no se han enfrentado “a muerte” por una casa que dejó el viejo o la vieja al morir?

 Muchas veces no han exhalado el ultimo aliento de vida, cuando ya están haciendo planes para ver que van hacer con la casa. En pleno velorio ya se están repartiendo y marcando quien o quienes se quedan con que. Hago la salvedad que no es mi caso familiar, aclaratoria para aquéllos ”sesudos”… ¡Porsia!.

Hermanos que se enfrentan, llegándose a odiar a muerte porque asumen que esa casa material le pertenece. Que lastima que la educación, los buenos votos y augurios de unos viejos que levantaron con esfuerzo un hogar,   les importe un sebillo…. ¡Tamaño error!.

La violencia física y verbal, los tiras y encojes, los dimes y diretes, los problemas de tipo legal, ser la comidilla y el “hazme reir” de la gente son el día a día de varias familias. Se pueden hacer varias preguntas: ¿donde está la educación y la unión que esos viejos les enseñaron? ¿Será que araron en el mar? ¿Son hermanos o enemigos? ¿Le interesan más cuatro paredes que abrazarse como familia? ¿Y la sangre?.

La historia se repite una y otra vez en cualquier punto de la geografía nacional. Parecen Hienas asesinas, cuando los ojos rojizos, respirando mal aliento en grado pestilente, baba saliendo de sus fauces y una sonrisa diabólica es lo que sale al exterior de cualquier familiar que pelea por algo material, por una casa que no la construyó, teniendo cierto derecho por ser hijo de ese matrimonio.
La muerte del ser querido, que podría convertirse en un momento de unidad de quienes participan de la misma sangre, marca el inicio de un calvario de enfrentamientos, acusaciones, rabias, por un puñado de dinero, por una casa o unas tierras, por cosas materiales que duran lo poco que puede durar una vida.
No es fácil evitar estos problemas. Si la herencia toca a varias personas, basta con que una de ellas tome una actitud ambiciosa o de desprecio hacia los demás para que empiece la tormenta.
Los argumentos en este tipo de conflictos son muy válidos: “Yo fui el único que cuidé de mamá mientras estaba enferma y tu no hiciste nada,”. “¿Cómo te atreves, después de más de 30 años de vivir alejado completamente de papá, a pedir ahora tu parte en la herencia?” ¡Esta casa es miiiia!!!!... ¿cree que se va a quedar con la casa?..... ¡Él que no busque nada aquí!!! Y otras frases peyorativas. La lista podría multiplicarse, pues las situaciones son muy variadas.
Cuando el conflicto explota, la rabia, tal vez el odio, penetra en los corazones. Unos hermanos que parecían unidos ahora se acusan mutuamente.
En estos casos, sin embargo, aunque parezca difícil, pueden hacer el esfuerzo por superar rencores. También a quien no lo merecería: sigue siendo de la misma familia, comparte la misma sangre.
Muchos llevan el conflicto a los jueces. Desde el tribunal, es triste ver cómo dos o más hermanos se denuncian y llegan a enfrentarse duramente por cuestiones económicas; ver cómo luchan entre sí, cómo son manejados a veces por abogados poco honestos, cómo llegan a mirarse con odio feroz, con rabia “fratricida”.
Respeto: Quizá este pueda ser el mejor homenaje que podamos ofrecer al familiar difunto. Fue él quien, por designio de Dios, nos acogió en la vida, buscó unirnos como familia, trabajó por nuestro mantenimiento.
Debemos recordar la enseñanza de Alejandro Magno quien quiso que lo enterraran con las manos por fuera del ataúd, para que todos vieran que aunque era el amo del mundo, se iba con ellas tan vacías como las tenía cuando nació.... sin mas….……….. Date pues…… ¡ por ahí nos vemos…!
(*) Licenciado en Comunicación Social
Mención Desarrollo Social
Director emisora Océano 91.1 fm



1 comentario:

  1. Sinopsis: Publicado en el año 2011. Se ve casi a diario en cualquier parte de la geografia nacional.

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